martes, 24 de junio de 2008

Presentación del libro de Leticia Martínez Gallegos en Michoacán. Por Jesús Baldovinos Romero, poeta y narrador michoacano

TARASCADAS DE REALIDAD

Jesús Baldovinos Romero

El pasado viernes 4 de abril, se realizó la presentación del libro Tarascadas de realidad, de la escritora y maestra Leticia Martínez Gallegos, originaria del Distrito Federal. Pasadas las siete de la tarde y con asistencia de maestros, alumnos de la Prepa Lázaro Cárdenas, público en general, y una vez que se cumplió con el protocolo de presentación, las participaciones fueron directo al contenido del libro.
Margarita Jaime, psicóloga y representante de la Red de Apoyo Psicológico Lázaro Cárdenas, hizo énfasis en las greguerías o en las minificciones, de una sola línea, pues “encierran un significado grandioso, en las que se encuentra un pensamiento completo”. Y cita “Cloro, líquido racista”; “El significado–argumenta Margarita Jaime- que adquiere una cuestión cotidiana en un pensamiento filosófico y social. Nos obliga a ver en lo cotidiano otros puntos de vista”. Son ideas cortas que encierran un gran pensamiento, agrega la comentarista, y cita otro texto: “Ojalá muchos falleciéramos de pie como la vela”.
Por su parte, el maestro Juan Calvo, coordinador nacional del MEP, hace una introducción con relación a la situación que se vive en el país en torno a la lectura:
“A un gran escritor le dijeron Usted sabe muchas cosas –porque además es de los escritores más prolijos, es decir, que más ha escrito- y él respondió de manera sencilla: Discúlpeme, yo no sé muchas cosas, sólo sé hacer dos cosas (…) y eso me lo enseñaron en la escuela, me enseñaron a leer y a escribir.
Estas dos operaciones intelectuales desgraciadamente, en nuestro país, no las hemos podido construir en los mexicanos; y nos pasamos mucho tiempo los maestros intentando que nuestros alumnos aprendan a hacerlo. Los padres de familia los mandan todos los días y sin embargo no lo hacemos. Los mexicanos en promedio leemos medio libro al año. No hemos aprendido a leer, y en cuanto a escribir… no escribimos ni en defensa propia. Se ha perdido el deseo, el oficio de escribir. En un país donde no se lee y no se escribe, tener escritores es una bendición”
Más adelante, Calvo afirma que el libro Tarascadas de realidad de Leticia Martínez es un libro completamente redondo pues el lector va a encontrarse con la facilidad de quien domina un oficio y compara la maestría de un carpintero y la maestría de Martínez Gallegos para manejar las letras, las palabras, para dar contenido a los pensamientos y a los sentimientos… y que a veces nos pesca de una manera sorpresiva.
Se cita de nueva cuenta la minificción El cloro, y argumenta el maestro Calvo, que “en unas cuantas palabras, esta pequeña construcción implica una crítica a esa ideología”, en unas cuántas palabras que mueven a la sonrisa y a la reflexión, una frase tan ácida que es un acierto literario al mismo tiempo y una arma para luchar. El coodinador nacional del MEP también cita “El diccionario es un señor obeso que peca de gula intelectual” haciendo referencia a ese pecado capital que es la erudición vana y sin sentido.
Por su parte, Nety Solís, escritora porteña, abre su participación con una frase promovida por la lectura del libro que nos ocupa: Vivimos inmersos en un mundo de mentiras que lo único que nos sostiene es la hipocresía. Para Solís, la obra de Martínez Gallegos es muy cruel, pues lleva –al inicio- muy suavecito, y de golpe, una sola frase cambia la historia. “Te topas con lo inesperado” y agrega “estamos acostumbrados a leer y a entender lo que nos quieren hacer entender, en cambio la autora dice Yo te lo pongo, tú decides si lo dejas o lo cambias.
Nely Solís hace una comparación entre Tarascadas de la realidad y un árbol: es un árbol en medio de la devastación, en ese árbol que queda están los valores; estamos acá, abajo, en ese mundo de ilusiones, estamos acá en un mundo de mentiras… estamos tirando tarascadas, finaliza la escritora.
En su participación, la autora del libro solo leyó dos cuentos, El bobo y Esta calle necesita árboles (que reproducimos con la autorización debida), así como también dio respuesta a algunas preguntas que surgieron del público:
En la primera se abordaba el interés que hay por modificar los prejuicios en torno a los niños con necesidades educativas especiales y la posibilidad de usar los textos de Tarascadas de realidad, a lo que la autora comentó que a lo largo de la obra insistentemente evoca algunas figuras retóricas para abordar el tema de la tolerancia y el respeto al otro, y sugiere que esos cuentos pueden ser usados para discutirlo entre docentes, entre padres; de hecho, dice Martínez, el cuento posee una capacidad didáctica que puede apoyar cualquier tema…
En cuanto a de dónde le nace esto, la escritora asegura que comenzó desde la secundaria, pues con una amiga se carteaba, pese a vivir ambas en la misma ciudad; así que hasta un diario puede servir para iniciar en el mundo de la escritura.
Y en cuanto a la pregunta de cómo un escritor puede subsistir en una sociedad que no lee o que niega al mismo escritor, Leticia Martínez cierra diciendo que la única manera es haciéndolo (escribiendo), intentándolo una y otra vez, aunque la utopía es el no lugar, el ir de camino, el caminar y caminar para llegar a ella, van a dejar cosas gratas…

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